Había llegado el tiempo en que todo estaba encajando, y así, una avalancha respuestas, poco a poco las vivencias y los sueños han ocupado su sitio en el hilo de la historia, vivida, sin vivir a penas más que un sinsentido, sin entender por qué se componía de una frustración tras otra, pero también con optimismo, con la esperanza de encontrar la verdad y el amor, y en especial, a mi Amor, a mi único Amor, el único amor de mi realidad y de mis sueños, de mí pasado, mi presente y mi futuro. Y entre muchas otras respuestas al sin sentido vivido, también llegó la última respuesta fundamental que me faltaba: ¿Para qué, estaba yo en la Tierra?